
Al momento de plantear y aplicar las estrategias al contexto real de los humedales, se descubrió que para que dichas intervenciones lleguen a generar un impacto positivos en las áreas de los ecosistemas, deben de contar con características muy específicas tales como: generosas áreas de implantación para la vegetación, controles y cuidado constante de especies invasoras tanto de vegetación como de depredadores y conexiones directas con elementos del contexto inmediato como los son canales de tratamiento de aguas existentes o entre los mismos humedales mediante zonas de tránsito naturales. Siendo estas intervenciones muy distintas a las que la documentación oficial vigente como el MEP 2023 propone, sobre todo por el nivel de impacto a nivel urbano que podrían llegar a tener. Teniendo en cuenta las necesidades que tienen los casos de estudio hoy día, se concluye que las intervenciones que se le hagan a los humedales y sus zonas aledañas no podrían ser de bajo impacto, como la incorporación de árboles de porte medio en los andenes o la integración de corredores verdes cerca a los humedales, sino al contrario, sería necesario tomar medidas más drásticas y de mayor impacto y área de ejecución para lograr este estado ideal que se propone desde los lineamientos de la Restauración Ecológica en la propuesta, lo cual en la actualidad solo podría ser expuesto mediante el uso de recursos digitales y montajes comparativos de los estados actuales de los ecosistemas, con la principal intención de sensibilizar a las personas sobre la importancia de la adecuada convivencia de estos cuerpos naturales, y los beneficios que traería consigo lograr en algún momento un nivel de convivencia adecuado entre el ser humano, y los humedales que le quedan a la ciudad de Bogotá.